Los clientes de este proyecto acudieron con una imagen de vivienda que tenían vista, el trabajo inicial era materializar sus ideas, adaptarlas a la parcela existente y adaptarla al programa que se iba generando. Durante el proceso, gracias a la aportación de todos los colaboradores del proyecto, aparecieron multitud de nuevas posibilidades, que fueron enriqueciendo la idea inicial y perfilando un hogar acogedor donde disfrutar una familia numerosa.

Con unos conceptos claros en un programa muy completo, la vivienda debía de disponer de un gran salón representativo asociado a una amplia cocina donde disfrutar toda la familia, los dormitorios se situarían todos en planta alta, y la vivienda necesitaba asentarse en el terreno de tal manera que se constituyese como un gran mirador de vistas lejanas.

La ubicación de la vivienda en la parcela fue la decisión más compleja a adoptar, por su forma triangular, por recaer a dos avenidas y por la topografía que tenía y su masa arbórea. Para ello se situó la vivienda al fondo de la parcela, en el lateral más estrecho de esta, y se dispuso una distribución de espacios tal que las estancias principales de la casa se abrieran a la parcela, donde se establece una gran zona de recreo exterior, en un tránsito de elementos desde la terraza solárium, pasando por la piscina, límite de la zona urbanizable, y con un fondo de parcela donde se establece una zona de descanso y barbacoa, para poder recrearse de la propia visión de la vivienda.

La vivienda dispone de una planta semisótano, aprovechando los desniveles topográficos entre calles, donde se ubican garajes, zonas de almacenamiento e instalaciones y una sala de cine y juegos.

En planta baja se sitúan las zonas de día, con un salón y comedor a doble altura, la cocina y sus espacios anexos y una sala de lectura y trabajo.

La planta primera es donde se establecen los dormitorios, comunicados por un distribuidor, abierto al espacio de salón y que disfruta así mismo de las vistas de la parcela.