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La casa, situándose en el límite de la parcela con la calle consigue formalizarse como un volumen extremadamente largo y bajo que, actuando de cerramiento, permite al ser atravesado acceder al interior de la vivienda. La formalización unitaria de los materiales -hormigón visto-, la composición de las oberturas y accesos -grandes y agrupados-, así como la ubicación y dimensión de porches y terrazas consiguen reforzar la consecución de éste. La estructura del edificio también se ha diseñado bajo el mismo principio. Una base liga el garaje privado y las áreas de servicio formadas para una habitación con baño, la despensa y la bodega, actuando como un zócalo continuo. Por encima, la planta superior se eleva descansando sobre el terreno natural, pero sin independizarse del perímetro inferior. La distribución en la planta superior se organiza, desde el distribuidor de acceso, en la zona de día -cocina, estar y comedor- y la zona de noche -habitación principal y acceso al área de dormitorios. El porche principal alarga una terraza descubierta hasta la linde con la parcela vecina, en una superficie horizontal orientada a mediodía, donde se ubica la piscina. La cubierta, inclinada a dos vertientes, desagua al interior de la crujía, oculta mediante el alargamiento en altura de las fachadas perimetrales para conseguir el aspecto volumétrico deseado. En cuanto al tratamiento de los límites del solar, su definición varía en base a los diferentes requerimientos que proporciona el entorno, siendo estos más opacos en la calle de acceso, y permeabilizándose mediante la utilización de vegetación cuando se alejan del mismo, es decir, en la zona propia del jardín. Los muros de cerramiento de acceso se han construido con piedra natural a base de paredado antiguo.