Cuando unos clientes vienen con una idea muy potente y muy clara, con maqueta y plano acotado incluido, y te dicen “esto es lo que queremos”, tu manera de enfrentarte al proyecto no puede ser la misma que con el resto de proyecto. Este proyecto no fue un lienzo en blanco.

Algunos elementos del diseño y distribución original no encajaban del todo por lo que nuestra labor se centró en potenciar las ideas del cliente cohesionando todos los elementos que la rodean, mediante una re-organización del programa, re-diseño de la vivienda y re-contextualización en el entorno.

Diseñamos una vivienda totalmente “racional”, con una optimización del espacio al máximo, con acceso directo al comedor-salón o cocina, sin recibidor y con una reducción del pasillo al mínimo.
Una vivienda con una relación directa de todas las estancias principales con el jardín a través de puertas acristaladas, aportando una gran iluminación a la vez en su interior.

Creamos una vivienda, vista desde el exterior, robusta, imponente, con la utilización de materiales que envejecen de una forma natural como el hormigón y la cal. Creamos una vivienda con un interior sobrio, elegante, equilibrado.
En esta obra no fuimos los protagonistas. Lo fue la propiedad. Sin ellos y sin su empeño de construir lo que ellos querían, no hubiera sido posible realizarla.