Vivienda en Benicassim
Valencia . València . España
- Autor
- Egue Y Seta
Detalles del proyecto
Tipo: Edificación, reforma
Superficie construida (m2): 373
Info
Imágenes realizadas por Vicugo Foto. La eliminación de particiones innecesarias, la anexión de espacios de circulación a estancias con vocación práctica y la conexión visual de éstas con el exterior, son estrategias comúnmente empleadas a la hora de ganar sensación de amplitud dentro de espacios reducidos. Este discurso formal que pareciera estarse convirtiendo en la norma, desde la popularización de la tipología de vivienda “loft”, no agota sus potenciales beneficios cuando se instala en viviendas de mayor tamaño y prueba de ello es ésta reforma integral de una vivienda de 300m2, en la localidad de Benicassim de la costa Valenciana. Egue y Seta intenta en ésta oportunidad probar esta teoría en un contexto menos obvio, uno en donde las habitaciones originalmente espaciosas no clamaban a priori por mayor apertura. El resultado, por consiguiente, va más allá de garantizar las dimensiones mínimas para la vida, para intentar en este caso provocar una sensación de bienestar espacial y de confort visual que está mas relacionado con la integración, la versatilidad y la libertad de movimiento que con los centímetros. Iniciando el recorrido como cualquier visitante, entramos a la vivienda por su acceso principal atravesando un jardín perimetral. Este “cinturón verde” con piscina y terraza incluidos, de paisajismo renovado y circulación mejorada, impregnará todas las visuales que mediante las ventanas ampliadas se tienen desde el interior. El comedor, instalado sobre una antigua terraza ahora acristalada; la cocina, inmediatamente anexa y sin particiones, y el salón: todos miran directamente al un jardín frondoso y cuidado que hace olvidar la proximidad del mar, de no ser por el salobre aroma de la brisa que se cuela por la cuadrícula de hierro colado que enmarca la transparencia de las ventanas. Entre estas estancias se levantan apenas las divisiones estructuralmente necesarias para soportar los tres niveles superiores, y su delimitación visual se logra sólo a través del cambio de pavimentos, los revestimientos de paredes y las alturas de los techos. En el salón, predomina la calidez de la madera que sobre los muros circundantes parece abrazar un sofá en “L” de líneas puras y color profundo, conjuntamente con un módulo empotrado de vocación mixta: almacenaje, consola audiovisual y chimenea. Aquí, el hormigón del pavimento y la serena grisura del techo rebasan los límites del propio salón, y siguiéndolos nos plantamos en el comedor sin haber atravesado puertas o umbrales. Nos encontramos entonces con una mesa de roble natural sobre estructura de hierro ubicada en las inmediaciones de una espacio expansivo que esta convenientemente integrado a la cocina al tiempo que rodeado de jardín. La cocina a su vez, rompe la continuidad de los revestimientos planteados y apostando por una atrevida combinación de acabados cerámicos tradicionales, aceros brillantes e industriales y elementos decorativos domésticos, se lee dentro del conjunto como un universo aparte en el sentido estilístico, aunque espacialmente se encuentre absolutamente integrado. Es esta integración la que nos permite estar al tiempo en dos estancias, movernos de una a otra sin apenas percibirlo, y acceder a las comodidades que cada una ofrece de forma simultanea. Dichos recorridos cortos, automáticos e inconscientes se realizan todos alrededor de un pequeño jardín interno, que siendo el vértice circulatorio de la casa, articula toda la planta baja y sus estancias. A su derecha encontramos un aseo de cortesía cuya honestidad material y economía visual convierten en un retiro de serenidad; dos dependencias de servicio y almacenaje, y por último, la caja de la escalera que nos lleva a la primera planta. De nuevo en las plantas superiores dedicadas a las habitaciones, el descanso y el relax, un jardín interno se propone como eje de circulación y elemento decorativo visual del cual disfrutan todas las estancias a través de particiones transparentes de cristal. En primer lugar una habitación principal “en suite” plantea una cama doble en una posición central apoyada contra un cabecero de roble impreso que ofrece espacio de almacenamiento, iluminación para la lectura antes de dormir, y la necesaria separación del cuarto de baño ubicado inmediatamente detrás. Hasta él nos llevan el pavimento de roble que se prolonga por toda la planta de la habitación hasta topar con los alicatados típicos de las estancias húmedas, y que en este lavabo, en reluciente color blanco, propagan la luz natural que proviene de dos ventanas simétricamente ubicadas a los lados de una amplia ducha común, ventilando directamente las áreas separadas de un cuarto de baño con lavamanos y inodoros dobles. En frente de la cama un vestidor abierto, cuyas paredes ofrecen todo el mobiliario que necesitan aquellos que disfrutan de vestir bien y desvestirse en comodidad. Ésta habitación principal comparte planta con otras cuyas dimensiones menos generosas obligan a la utilización de un baño común que combina un atrevido colorido, la calidez de la madera y la iluminación indirecta con la limpieza del azulejo biselado y de color blanco. Éstas habitaciones adicionales, al igual que la habitación principal, disfrutan de vistas sobre los jardines perimetrales de la vivienda así como del jardín interior, se emplazan sobre el mismo pavimento de roble que recorre toda la zona privada de la casa, y plantean ambas la posibilidad de la ocupación doble. Sin embargo, al momento de su decoración, se ha optado para ellas por la utilización de un único color de revestimiento de techos y pared de cabecero, a modo de reforzar la continuidad, la sensación amplitud, y el protagonismo de los planos arquitectónicos mediante el acento cromático y lumínico. A lo largo de todo el recorrido a través de la vivienda la estrategia se repite: anexión visual de estancias contiguas, articulación de los espacios de circulación a través de espacios verdes interiores; y por último, revestimientos de suelos, paredes y techos que cuando se prolongan de una estancia a otra sirven de “puente” y transición visual entre ámbitos espaciales; y cuando se interrumpen plantean una barrera permeable y blanda que promueve la libertad de movimiento. A nivel estilístico la propuesta es homóloga: lo industrial y lo tradicional, lo contemporáneo y lo vernáculo dialogan armónicamente, discurriendo de forma continua a ratos y haciendo las pausas necesarias para evitar la cacofonía o el ruido. Esta vivienda en Benicassim, demuestra que los opuestos no siempre se atraen, que la amplitud inicial no demanda necesariamente contención espacial y que todos los espacios, sin importar cuan generosas sean sus dimensiones, siempre resultarán beneficiados cuando se les dota de vistas generosas, de accesos amplios y sencillos; de mobiliario versátil y funcional; y de revestimientos asociados a estéticas que por mixtas los hagan equilibrados, atemporales y universales.
publicado el 09/11/2015