La obra de arquitectura aquí presentada, consiste en la ampliación de una edificación existente en un barrio obrero de la ciudad de Alcoy.
La edificación existente pertenece a una unidad dentro de la serie de viviendas obreras construidas en los años cincuenta, donde la independencia estructural de cada una de ellas había permitido ya la ampliación en altura de varias de las viviendas de la calle, hasta llegar al límite permitido por las ordenanzas municipales.
Como consecuencia de la crisis económica, los propietarios, una pareja joven que viven en una vivienda de dimensiones ajustadas, no se plantean la posibilidad de pedir un préstamo hipotecario para ampliar la vivienda, pero sí el de efectuar por fases la ampliación de la vivienda, cuya fase final se realizará cuando la situación familiar lo requiera.
El encargo surge entonces como proyecto de ampliación para dependencias auxiliares sin uso y sin conexión con la vivienda actual, que en una fase posterior se convertirá en la zona de relación de la vivienda.
La estructura portante vertical de la planta baja preexistente inicialmente, consiste en un par de muros de carga y de cerramiento paralelos a la calle de acceso, construidos en mampostería, y un pórtico en el interior de la vivienda construido con pilares de ladrillo de un pie sobre el que apoyaban vigas construidas mediante doble vigueta pretensada. Dicha estructura interior no ofrecía las garantías estructurales necesarias para asumir nuevas cargas, por lo que la estructura de ampliación debía generarse evitando apoyarse sobre dicha crujía interna. Esa es la razón por la que se considera necesario generar una estructura uniforme que se apoye únicamente sobre los muros estructurales de cerramiento.
Su realización mediante vigas de perfiles metálicos, se debe a la necesidad real de poder levantar la estructura metálica mientras los propietarios siguen usando su vivienda. Es también entonces cuando se toma la decisión de realizar el forjado mediante un encofrado perdido que permita mantener la cubierta de teja casi inalterada, hasta que cubierta de la nueva ampliación se encuentre acabada.
La ligera ampliación se “apoya” en menos de una semana sobre la pesada estructura existente, permitiendo una continuidad en la vida diaria de la pareja, que no necesita pernoctar en un hotel mientras dura la obra, invirtiendo dicho gasto en la propia ampliación de su vivienda.
Después de esta ampliación estructural “relámpago” la obra siguió su curso normal hasta que desapareció todo lo ahorrado, esa fue la razón por la que la obra quedó parada durante más de un año, hasta que se colocó la carpintería exterior. La siguiente fase aún no se ha realizado, suponemos que los propietarios la efectuarán cuando lo necesiten y tengan el dinero suficiente para acometerla y sin pedir un préstamo para ello.
La historia continuará… entonces os hablaremos de cómo se demolió el trozo del forjado que forma el techo del estar actual, para poder disponer la escalera que permitirá unir interiormente los dos edificios. Esperamos poder efectuarla nosotros…