Info

Esta obra es borrar. Borrar todo lo añadido a la arquitectura heredada. La obra original fue proyectada por uno de los arquitectos racionalistas más importantes de Galicia, Eloy Maquieira (1901-1944), en el año 1936. Su muerte prematura nos privó de lo que sería una obra brillante. Pero hasta esa fecha nos dejó muestras de su talento. Esta es una ellas. Reformada previamente en los 90, enfrentamos el trabajo desde dos ideas básicas: eliminar todo lo añadido en el interior y abrir la plaza al exterior, hacer el edificio más diáfano. El espacio se había sido llenado de elementos que evitaban la visibilidad de muchos de los puestos de venta. La planta alta se abre a la planta baja. Se despeja el espacio central. Una barandilla-banco da unidad al conjunto. El color está siempre presente en nuestro trabajo. Toda la estructura original se trata con colores frescos, combinaciones de blancos, verdes y dorados alternados generar la atmósfera. Una plaza de abastos es, en definitiva, una envolvente para proteger a los comerciantes. El mercado se abre al exterior. Se proyecta una plaza de piedra previa al acceso a la planta baja. Se abre la fachada. Este espacio rehundido permite que la escalera de acceso vuele sobre ella. Hasta este momento el edificio estaba rodeado de vehículos. Se gana espacio público. El edificio se proyecta al exterior. La cubierta se trata con grava de colores. Un gesto de respeto a los vecinos. La actuación se completa con la conexión al aparcamiento subterráneo cercano a través de un pasadizo de hormigón. Los lucernarios y la madera lo humanizan y sirven de marco para los restos romanos de una de las villas de la ciudad. Decir que Lugo es una de la ciudades más importantes de la Roma imperial en el Norte de España. El mayor esfuerzo se centró en demoler y abrir. Desde ese momento el proyecto busca ser luz, calidez y atemporalidad.

más info