NAVAS 34 (REFORMA ZAGUÁN) – dooa arquitecturas
“Flirteando con el arquitecto Juan Guardiola”

La ciudad de Alicante no se entendería sin la figura del arquitecto Juan Guardiola, entre los años 60 y 80 Guardiola construyó innumerables ejemplos de buena arquitectura, tanto turística como residencial en la ciudad.

Un buen día en dooa arquitecturas recibimos el encargo de remodelar y mejorar la accesibilidad de uno de los edificios residenciales de Guardiola. Afrontamos el encargo con muchísima ilusión, pero a su vez con la responsabilidad de tener que intervenir en uno de sus edificios. La primera intención que nos inunda es intervenir lo mínimo posible, respetando todos los materiales que en su día Guardiola empleó en el edificio, pero esto chocaba frontalmente con las intenciones de la Comunidad de Propietarios, que quería modificar completamente el zaguán, tratando de dotarle de mayor luminosidad y espacialidad.

Finalmente nos decidimos a darle un giro radical a la entrada del edificio, pero siempre tratando de respetar la esencia que Guardiola dejó en ella su día. Para ello se plantea mantener el empleo de la madera tanto en la puerta principal como en la barandilla, utilizando tableros marinos revestidos superficialmente con iroko, perforándolos según la geometría estrellada que Guardiola empleó en las tabicas de este edificio y en la de otros tantos suyos de la época, con lo que se mantiene en el acceso del edificio una puerta de gran formato de vidrio y madera troquelada, signo identificativo de la mayoría de los edificios residenciales firmados en la época por Juan Guardiola. El alicatado verde oscuro, que revestía los paramentos horizontales, se sustituye por piezas cerámicas de grandes dimensiones, de un color más claro, con la intención de dotar de luminosidad al zaguán. Este mismo material se emplea en el pavimento, abrazando el recorrido que se realiza desde la calle hasta el ascensor.

Como la altura libre en la zona del ascensor era reducidísima, se decide revestir los techos con una superficie blanca reflectante, de modo que el reflejo ampliase la sensación espacial en sentido vertical, eliminando así la opresión que supone el disponer de un techo tan bajo. Este revestimiento también se desarrolla verticalmente en uno de los laterales, alojando la iluminación en su interior a modo de tiras lineales. La combinación de éstas con la superficie reflectante produce un juego espacial de reflejos que difumina los límites espaciales y emula unas estrellas entrelazadas que recuerdan a las celosías tridimensionales empleadas en algunas de las mejores obras de Juan Guardiola.

Este trabajo nos ha servido para realizar nuestro humilde homenaje al arquitecto Guardiola, un proyecto pequeñito pero afrontado con mucho cariño y una gran ilusión y dedicación.