Info

Fotografías realizadas por Enrique Armisen. El Hotel Olivia Balmes está situado en el centro de la trama del Eixample Cerdá, de la ciudad de Barcelona, muy cercano al Paseo Gracia y al centro de la ciudad. El proyecto consistió en la construcción de un nuevo edificio, derribando la edificación existente de los laboratorios CIBA, para albergar un hotel de 4* superior. La parcela se encuentra en un chaflán, orientado a Norte, en el cruce de las calles Balmes y Provença. La construcción de un nuevo edificio dentro de la trama clásica del Eixample siempre supone un reto. En nuestro caso, debido a la singularidad del emplazamiento y a que se construía un nuevo edificio, optamos por dotar a la arquitectura de una solución formal que rememorara la arquitectura de los sillares, manteniendo la geometría de las balconeras característica del Eixample pero con un lenguaje contemporáneo. Olivia Balmes es un hotel de gama alta con un programa muy amplio, salones de reuniones, bar, restaurante, piscina al aire libre y 128 habitaciones, 6 de las cuales son suittes. Se trata de un Hotel orientado a un segmento de público muy amplio, donde han de poder convivir clientes business con clientes privados, singles, parejas y familias de edades y orígenes muy distintos. Para conseguir el reto de agradar y confortar a distintos segmentos de clientes, ha sido crucial contar desde el inicio del proyecto con la intervención de todas las partes, arquitectos, interioristas y promotor, definiendo los espacios y el aspecto de imagen que transmite el hotel. Esta imagen a raíz de la intervención del interiorismo ha posibilitado que las experiencias, vivencias o sensaciones logren satisfacer las particularidades de cada usuario. Fachadas y acceso La fachada principal del hotel se plantea con un revestimiento exterior de lamas de vidrio serigrafiado y un panelado interior de aluminio de altas prestaciones térmicas y acústicas. El acabado de vidrio proporciona una imagen única y característica al hotel, que por la noche, con su iluminación, crea una imagen incorpórea de la fachada. La planta baja se deja, en su mayoría abierta, con grandes vidrieras, haciendo participar al transeúnte del interior de los espacios comunes del hotel. Las zonas opacas de la fachada se han tratado con un revestimiento de hierro que con sus llagas recuerda a los sillares típicos de las plantas bajas de las edificaciones del Eixample. En esta zona opaca se recorta el rótulo del hotel, quedando incorporado en la fachada. La zona de acceso al hotel se piensa como un espacio en tres alturas que conecta las tres plantas de usos comunes (planta sótano-1, planta baja y planta altillo), a través de dobles espacios. Estos espacios quedan así conectados visualmente creando una amplitud espacial y posibilitándose la relación visual y entrada de luz entre las diferentes plantas. Con el proyecto de interiorismo y la elección de barandillas de vidrio se refuerza la interconexión de estos espacios. La fachada interior de manzana se proyecta más maciza, con líneas y materiales más sencillos. Se proyectan en las medianeras un revestimiento de chapas metálicas de distintas tonalidades, que potencian y otorgan personalidad al espacio interior de manzana. En el interior de manzana se ubica una terraza en planta baja y un patio inglés en la planta sótano -1. En la planta cubierta del edificio se ubica la piscina al aire libre y una zona de uso público con esplendidas vistas hacia Collserola, Montjuïc y los tejados del Eixample. Distribución de plantas La planta baja incluye la recepción, un lounge abierto de que se relaciona visual y especialmente con los diferentes espacios comunes, un salón de reuniones y la zona de bar-restaurante. La zona del restaurante se comunica directamente con la terraza del interior de manzana. Una de las características de esta planta es que, menos el salón, todos los espacios son abiertos y se delimitan con el mobiliario. La planta altillo se encuentra dividida por el núcleo central de comunicaciones, quedando una zona de servicios comunes hacia los espacios de planta baja del hotel y una zona de habitaciones que da al interior de manzana. En la zona de espacios comunes encontramos dos salones de reuniones y unos espacios lounge que con su geometría a modo de balcón forman parte del espacio de acceso del hotel. La planta sótano -1 alberga zonas de servicio del hotel y zonas de uso común. Encontramos un salón de reuniones que da directamente al patio inglés del interior de manzana y los espacios de hall-lounge de la sala, que a través de dobles espacios se relacionan con la zona de acceso en planta baja. La distribución y el recurso de dobles espacios de estas tres plantas, permiten visualmente desde la entrada percibir como una unidad los usos comunes del mismo, las circulaciones, los espacios de descanso, apareciendo dentro del mismo. En el resto de plantas se ubican las habitaciones. La distribución en planta ubica un núcleo central de comunicaciones alrededor del cual se disponen todas las habitaciones. Interiorismo GCA Architects ha realizado el proyecto de interiorismo del Hotel Olivia Balmes, el objetivo de dicho proyecto ha sido crear una imagen a partir de un concepto, que ha permitido dotar de una personalidad propia dicho proyecto y singularizarse respecto al resto. Los elementos del interiorismo se podrían enumerar desde pavimentos y revestimientos, mobiliario fijo y móvil, de diseño o de compra, tapizados y telas y la iluminación, tanto natural como artificial. Todo ello acaba formando una unidad o conjunto y una atmósfera de confort. Respecto a la iluminación, se ha intentado combinar luz indirecta, con luz directa puntual y decorativa. La primera recorta espacios y define geometrías. La segunda puntúa elementos, ya sea encimeras, puertas, etc.. Y la decorativa, con su presencia además de iluminar forma parte importante del espacio y su imagen. En un hotel en función de la zona a iluminar varían los efectos de luz que se buscan. En la zona de habitaciones se consigue un aspecto de confort, relax y tranquilidad. En pasillos es muy importante que la iluminación refuerce el silencio, a través de una iluminación suave, reforzando puntos como son puertas de habitaciones y ascensores. En zonas comunes, en el caso del Hotel, se van reforzando las distintas áreas con luz directa y decorativa, centro de un ambiente general. Ello ha de poder ir variando a lo largo del día, en función de la iluminación exterior y el uso del momento, no es lo mismo el momento del desayuno que el de la cena, aunque se desarrolle en el mismo espacio. El núcleo central que contiene circulaciones, es un elemento que une el hotel a nivel de proyecto, la imagen del mismo daba unidad, el recurso de las lamas oscuras, con fondo dorado apoyado sobre un perfil de hierro que contiene una iluminación indirecta, que visto desde las distintas perspectivas es cambiante. Intencionalmente se usó una paleta muy breve de materiales, tonos y recursos para resolver el interiorismo. Ello daba más carácter al proyecto. Se pretendía conseguir un Hotel actual, cosmopolita, con una imagen potentes, sin estridencias, que puede aguantar bien el paso del tiempo, con especial cuidado en el coste, tanto de obra como de posterior mantenimiento, explotación, concentrando los esfuerzos y recursos en aspectos determinados. Habitaciones Todas las habitaciones responden al mismo criterio de distribución. Se diseña un único espacio donde la zona de baño queda incorporada al espacio de descanso, dejando la zona de inodoro independiente. Se disponen los elementos de manera que, se pueda independizar la zona de baño con la zona de descanso con una corredera de vidrio serigrafiado. Todas las habitaciones tienen grandes ventanales dando una visión única. El huésped se convierte en espectador de la vida y movimiento del centro de la ciudad. El mobiliario interior se diseña con líneas sencillas y con acabados naturales (revestimientos de madera, corian, hierro), dando el toque de diseño y lujo que responde a la cadena de Olivia Hoteles. Sostenibilidad La arquitectura, las soluciones constructivas, junto con la implantación de sistemas de instalaciones eficientes han permitido que el Hotel Olivia Balmes obtenga una certificación de clasificación energética A. Consumo de energía anual: 1.652.482,82 kWh/año 161,60 kWh/m² Emisiones de CO2 anual: 391.646,61 Kg CO2 /año 38,30 Kg CO2 / m² Con la inclusión de las medidas activas y pasivas de ahorro energético, el hotel emitirá un 60% menos de CO2, al ambiente, que un hotel convencional (cumpliendo con los mínimos establecidos por la normativa vigente). Olivia Hotels apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia energética como diferencia competitiva contribuyendo a la mejora ambiental con responsabilidad social.

más info