Fachadas en bulevar industrial
Gandia . València . España . 2010
- Autor
- Ignacio Requena Ruiz
Detalles del proyecto
Año: 2010
Tipo: obra nueva
B
publicado el 31/10/2012
David González Ferreño / Ignacio Requena Ruiz
MEMORIA
Una zona de sector terciario en un área de expansión urbana enclavada sobre antiguas fincas de frutales, con una dura presencia dominada por el hormigón y el asfalto en un lugar donde la sensualidad vegetal -visual, táctil y olfativa- dominaba el ambiente. Es esta una zona periférica donde la ciudad sigue su curso y devora el campo pero, precisamente aquí, en un polígono rodeado de cientos de hectáreas de frutales, se opta por una aptitud propositiva basada en la esencia de esos entornos.
El proyecto defiende la postura de establecer un sistema y una estrategia capaces de adaptarse a las vicisitudes del proceso constructivo así como a las reglas cambiantes que rigen el mundo comercial. Un concepto diferente a la tradicional idea de imagen final sugerida al pensar en una fachada y que, a la postre, tantos problemas ha generado en el desarrollo urbano de las últimas décadas.
Se establece una lectura unitaria entre el vallado límite de la parcela y la línea de fachada, comprendiendo ambos un velo superpuesto al cerramiento industrial que delimita el interior del local. Un velo que, distante de las construcciones sólidas que dominarán la zona, se formaliza como un volumen permeable al paso de la luz que permite desdibujar los contornos.
Es la relación entre la hoja exterior y el cuerpo interior la que, con sus variaciones dimensionales y lumínicas, genera espacios intermedios cuya funcionalidad en la planta baja se vincula al uso interior de cada espacio comercial. En la zona superior esa hoja constituye un muro trombe que aprovecha el efecto de la radiación solar para climatizar de forma natural esta fachada de orientación sureste.
La economía de medios ayuda a establecer unos límites a la fachada principal, creando un segundo cerramiento específico para las zonas de servicio, de forma que entre los dos se reparten equitativamente la superficie total a delimitar.
Las condiciones urbanísticas y la unión entre ambas fachadas configuran una serie de cortes de la volumetría en sentido transversal a la avenida principal, cuya misión es actuar como patios de acceso en la parte delantera y de servicio en la trasera. Se configura así una primera circulación que articula la subida de los ascensores del parking con la avenida y los comercios. Esta posición lateral permite enfrentar las dos entradas de cada local y establecer una segunda circulación longitudinal que enlaza todos los espacios en una sucesión que forma una galería comercial. Estrategia que, sin embargo, presenta la flexibilidad de mantener la independencia de cada local sobre el resto, reduciendo al máximo los elementos compartidos, sin por ello perder las ventajas de la galería.
El sistema se construye obedeciendo a una modulación rigurosa generada en base a una trama hexagonal, cuyas combinaciones generan tres piezas que organizan todo: vallado, panel de fachada superior y pavimento.
La primera pieza se realiza con un mallazo electrosoldado y plegado en serie, creando una forma espacial que se apoya en una subestructura de perfilería transversal construida mediante rejillas de pletina de acero soldada. Se sitúa en posición vertical alineada al lindero exterior hasta los 2’40 m. de altura , después se quiebra hacia la horizontal quedando ligeramente inclinada hasta alcanzar la línea de fachada a 3’00 m. La alternancia en la posición de los módulos genera una fachada gruesa, profunda y dinámica que huye de las clásicas lecturas planas y se relaciona con el usuario en función de su posición y movimiento -interior o exterior, distante o próxima, plana o fugada-.
La segunda pieza se materializa con policarbonato celular de acabado opal y construye el muro trombe de la zona superior del cerramiento. Se disponen ancladas a una subestructura convencional, solapando los paneles entre sí como se de escamas se tratasen y cubriendo desde los 3’00 m. hasta la cornisa . Como argumento diferenciador en la gran superficie surgen los huecos, creados a base de eliminar piezas tomando como patrón una simulación general de radiación solar, de modo que se mantenga el funcionamiento del muro y, a la vez, genere una imagen con variaciones.
La tercera pieza es un adoquín de hormigón coloreado que genera los pavimentos de los espacios intermedios y se combina con partes vacías de césped artificial o arena que adaptan la geometría a las zonas irregulares. Las juntas establecerán un segundo juego con la proyección de las sombras del enrejado sobre el suelo.
En definitiva, el sistema proyectado se cuelga de la fachada como si de una red de pesca se tratara, recordando la imagen de los antiguos secaderos de redes donde la suma de capas configuraba un velo que, aunque ficticia, no dejaba de ser una fachada. Es por ello que su relevancia reside en los espacios intermedios que encierra, con una funcionalidad -programática, energética y visual- que producirá un valor diferencial al uso terciario que acoge, muy distante del contexto donde se enclava.
Comentarios (0)