Se trata de una actuación urbana que consiste en la solución del suelo dotacional existente en el acceso sur a Santa Pola a través de la carretera de Elche y que conforma un lugar singular a modo de puerta urbana. El viario que une Santa Pola con Elche atraviesa una zona previa conformada exclusivamente por edificaciones de corte industrial, y es justamente en la parcela de actuación donde comienza el núcleo urbano propiamente dicho. Por tanto la actuación debía plantearse como hito o punto de referencia para entender esta singularidad. Por ello se realiza un conjunto edificado y urbanizado persiguiendo un tratamiento orgánico y homogéneo de todos sus elementos.

El uso principal es la nueva ubicación de la Estación de autobuses de Santa Pola, que se ubica en el punto más singular de la parcela, junto a la rotonda, de forma que sea muy visible desde los viarios anexos y en la entrada a la ciudad. Igualmente, se dispone una franja ajardinada y urbaniza en primer término desde el vial principal resaltando el carácter público de la actuación.

Volumétricamente, se dispone de un gran plano de cubierta, que debe proporcionar gran cantidad de sombra y protección en los apeaderos, conformando de esta forma el elemento principal de la edificación. Dicho volumen aloja los apeaderos, la zona interior de la estación con taquillas, espera y servicios, y en la parte posterior una estación de servicio y tienda anexa. El gran plano de cubierta se perfora en su zona interior para ubicar un gran jardín interior cuya misión es servir de foco de luz, punto de referencia y separación entre los usos de estación de autobuses y de servicio.

Se dispone un segundo volumen con tratamiento similar, jugando con alineaciones y retranqueos de forma que se potencie los espacios públicos y la vegetación en primer término. Este segundo volumen se destina a pieza de servicios municipales en primer término, y un cuerpo de terciario comercial en parte posterior.