La fachada del centro dental El Carmen es un frente de piedra lisa y homogénea, en la que se tallan unos huecos abocinados por donde dejar pasar las transparencias y luces del interior, así como para acompañar visualmente hacia el interior al peatón.

El centro dental se proyecta a partir de dos grandes zonas:

-Planta baja: zona pública y aséptica. Dirigida por la recepción circular, a modo de panóptico, que controla el acceso y la salida, las salas de espera y los recorridos entre los gabinetes de los usuarios.
Los tabiques se curvan según los recorridos de los sanitarios y los pacientes, entrelazándose así la sala de espera con los diferentes gabinetes y la salida de nuevo, creando un circuito continuo y circular. La materialidad es metálica y brillante, por medio de paneles de aluminio en las zonas de mayor privacidad como los aseos y la sala de rayos X; mientras que los tabiques curvos de vidrio translúcidos dejan entrever el movimiento en el interior de los gabinetes y salas de máquinas, dejando pasar la luz entre unas estancias y otras.

-El altillo en cambio es una zona privada, cálida y de tranquilidad. Forrada de madera de roble, se trata de una caja ingrávida (blanca y translúcida por el exterior y amarilla y cálida por el interior) que vuela sobre la planta baja, a modo de espacio de desconexión y descanso de los sanitarios. Su gran frente de vidrio translúcido retroiluminado deja ver las siluetas, como si de una pantalla gigante se tratase, desde la sala de espera de la planta baja.

Estos dos espacios se conectan por medio de una escalera en voladizo en un lateral, cuyo color corporativo, RAL 4008, desmarca entre la calidez de la madera del altillo y del frío y lo aséptico del vidrio y del aluminio de la planta baja.