La Casa Soro es una “vivienda unifamiliar urbana” para una pareja joven. Se encuentra en el centro de Elche, en su Casco Antiguo, en un solar muy pequeño -de apenas 65 m2- que da a una calle muy estrecha -de tan solo 4.5 m-.

La oportunidad que se presentaba era la de recrear en el centro de la ciudad ciertos aspectos propios de las viviendas unifamiliares, como son su relación con el exterior y su riqueza y diversidad espacial. Se tenía la ilusión de hacer una casa que nos hiciera olvidar la ciudad que nos rodea y que, a la vez, nos permitiera disfrutar de la mayor espacialidad posible. La casa se tensa tanto en horizontal -en cada planta- como en vertical -en el patio-, y está volcada a tres espacios exteriores a distintos niveles que bien podrían llamarse los “extares” de la casa. Igual que en esas casas antiguas de planta baja que vivían del patio que tenían al fondo pero, en nuestro caso, sería una “casa-patio vertical”, con un patio que iría aumentando de tamaño a medida que ascendiésemos por ella.

El patio articula verticalmente la casa y se convierte en su referencia, en el lugar más vital y más presente. Es, por lo tanto, una casa introvertida, que se abre a su propio mundo interior -a su propia intimidad-, ofreciendo por contra un exterior bastante más cerrado con una fachada de huecos verticales más propios de una composición tradicional e incluso histórica -como muchas casas antiguas de los alrededores-.

En la última planta está el "gran salón" de la casa que se abre al patio, que en esta planta se ha ensanchado para convertirse en un patio-terraza. El salón tiene 5 metros de altura, que son posibles gracias a esos 2 metros extra que la normativa municipal contempla -principalmente para los locales comerciales- en las plantas bajas pero que pueden ser llevados libremente a cualquier nivel siempre que no se supere la altura máxima reguladora -que en este caso es la correspondiente a B+3-.