La casa para un maestro se encuentra en una céntrica calle peatonal del casco tradicional de San Vicente del Raspeig, junto a edificaciones de una y dos alturas.

El programa se resuelve dos plantas, sobre una parcela entre medianeras de 122 m2 de superficie, con forma rectangular y muy alargada. Se enfrenta a un pequeño jardín al que dirigimos las vistas de la casa a través de un gran hueco vertical, abierto en su estrecha fachada.

Desde la calle se accede a un espacio de doble altura, en el que nos encontramos una estantería que atravesamos para introducirnos en la vivienda. Esta estantería articula el espacio de día en las dos plantas.

Las vistas y recorridos longitudinales van de lado a lado de la casa, conectando todos los espacios de la vivienda tanto con el jardín como con el patio. La escalera además de servir de nexo de unión vertical, provoca relaciones visuales cruzadas que dinamizan el espacio, reforzando esta idea su iluminación cenital al introducir luz natural en el centro de la vivienda.

Utilizando materiales e instalaciones de alta calidad se ha conseguido un grado de confort y eficiencia energética elevados.