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La Casa-Estudio ABAL pretende establecer una relación entre el hogar y el trabajo, donde todos los espacios son útiles, se complementan, forman un todo, y a la vez tienen identidad propia. En un entorno residencial cercano al centro histórico del municipio, el pro­yecto invierte la idea de vivienda como una contundente masa central y ofrece en su lugar un vacío central, donde la casa mira al interior, se entiende desde el patio, algo tan importante en la arquitectura andaluza y que con tanta ex­celencia se muestra en la Alhambra, sus palacios envolviendo cada patio, la naturaleza integrada en armonía, el agua que recorre y atraviesa los espacios, la forma de entrar paulatinamente desde lo público a lo privado, el matiz de la luz y la sombra. Estos principios, básicos para cualquier edificio, junto con la buena orienta­ción de cada estancia, la ventilación cruzada, vegetación que ofrece sombra en verano y sol en invierno, incrementado por sistemas constructivos contem­poráneos como la geotermia y el aislamiento exterior de fachada, que aquí se aplica incluso en cubierta, son los que dan este resultado. La arquitectura del entorno no es relevante, son viviendas unifamiliares ais­ladas de 2 plantas + ático que agotan su edificabilidad como si no hubiese un mañana, viviendas donde plantas enteras están en desuso; sería bueno aplicar ahí temas como la sostenibilidad, la eficiencia energética y el respeto al soleamiento de las viviendas vecinas. La Casa-Estudio ABAL tiene una superficie de 130m2 en una parcela de 450m2, se ha intentado ajustar las medidas de cada espacio para las personas que van a hacer uso del mismo, teniendo en cuenta que m2 construido en exceso es un gasto económico y de recursos innesario, y así aprovechar el limitado presupuesto para mejoras constructivas de aislamientos y climatización. El solar hasta hace 50 años fue una antigua era donde se trillaba el cereal y que mantiene su topografía prácticamente inalterada gracias a que posee gran parte de superficie rocosa, que se muestra y desaparece creando sugerentes relieves. El proyecto integra tanto en el patio como en zonas del perímetro esa superficie de piedra del terreno. La vivienda se adapta al terreno y con muy poco movimiento de tierras se consiguen unas relaciones verticales cómodas y funcionales. La construcción se realiza mediante una “piel” de aislamiento continuo tanto en cubierta, como fachada y solera. Para esto se proyecta el sistema “SATE” que proporciona aislamiento por el exterior de 15 cm, que se coloca sobre muros-losa de hormigón armado de 20 cm de espesor. Este sistema, utilizado tanto en fachada como cubierta, según datos del fabricante, es la primera vez que se realiza, aportando una solución innovadora. Además la climatización se realiza mediante energía geotérmica, obtenida mediante un pozo de 100m de profundidad que convierten al proyecto en un referente energético para el municipio.

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