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Biogeografía y evolución El Acuario Fluvial Expo Zaragoza 2008 contiene una exposición permanente sobre los ríos del mundo llamada “Los paisajes del agua”. Para diseñar esta exposición se ha buscado, entre el equipo de arquitectos, acuariólogos y museógrafos, un argumento atractivo y científicamente riguroso que muestre la biodiversidad de los ríos mediante el origen, evolución y adaptación de las especies al medio que las rodea, huyendo de un sistema más simplista donde se exponen acuarios con peces de cada río sin una relación entre ellos. Para ello se ha utilizado la “biogeografía” como hilo conductor, es decir, la investigación sobre las causas de la distribución de las especies animales y vegetales en la Tierra. De esta manera, la exposición permanente pretende mostrar que la Creación no es un acto concreto, sino que es un largo proceso en el tiempo en el que las especies se van adaptando a su entorno y a las condiciones medioambientales que soportan. Además este proceso, con paciencia y actitud adecuadas, se puede observar cada día, e incluso intervenir en él con nuestros actos. La articulación de la exposición se ha basado en las recientes teorías sobre el movimiento de los continentes y la tectónica de placas. En un principio, todos los continentes estaban agrupados en un supercontinente llamado Pangea. La ruptura de esta masa de tierra originó los continentes actuales, con sus ríos y bosques, en donde las especies evolucionaron según las nuevas condiciones que encontraron y seguirán evolucionando atendiendo a los movimientos futuros. El eje vertebrador de la exposición es un gran tanque de agua dulce de 40 metros de largo y 9 de profundidad, que simula el río primigenio, el “Gran Río del Mundo”. En este tanque conviven especies de peces de agua dulce de los cinco continentes, reforzando la idea de que todo viene de un tronco común. A este gran río, se le han adosado volúmenes que simulan los distintos continentes o regiones biogeográficas fluviales, representada cada una de ellas por su río más característico (Nilo en la región africana, Mekong en la indomalaya, Amazonas en la neotropical, Murray-Darling en la australiana y Ebro en la holártica). Cada río se muestra exponiendo la diversidad animal vinculada a las zonas subacuáticas o a las orillas (peces, anfibios, reptiles, y algún mamífero) mediante la reproducción realista de escenas de su curso alto, su curso medio y su desembocadura. Cada vez que se termina la exposición de un río, se atraviesa el Gran Río del Mundo antes de comenzar el siguiente. Con este sistema se han podido presentar de una manera ordenada multitud de ecosistemas diferentes como los lagos africanos, los manglares, el bosque húmedo tropical, los arrozales, las cuevas de montaña o los arrecifes de coral. Un escenario para observar la vida Para reforzar esta idea, el edificio se ha diseñado dando continuidad al argumento conceptual de la exposición. De hecho, el contenido y el continente se proyectaron a la vez formando un conjunto interpretativo único. En su esencia, el edificio es un gran escenario para observar la vida que representa al continente original en el momento en el que sus masas continentales se empiezan a desprender para formar los nuevos continentes y sus ríos interiores. El lenguaje empleado para expresar la idea fusiona la arquitectura y la naturaleza, la primera representada por los volúmenes, la luz y la materia, la segunda por el agua que fluye por todo el edificio. Los distintos volúmenes del conjunto se inspiran en el hielo de los glaciares, la arcilla de las zonas áridas y los paisajes de rocas erosionadas por el agua y el viento. El conjunto representa la tierra en movimiento en el que se reproduce el ciclo del agua. Los glaciares se funden por efecto del calor formando lagos de agua dulce que cae por las rocas formando cascadas a otro lago inferior. En el interior del edificio, la biodiversidad de los ríos y sus paisajes, en el exterior, la Tierra en movimiento y la interacción de las fuerzas naturales. El glaciar de montaña y la tierra árida Por cuestiones funcionales y facilidad constructiva, el edificio se proyectó con tres zonas claramente diferenciadas: la exposición permanente acuariológica, los espacios complementarios y la planta de instalaciones. Los espacios complementarios (hall, oficinas, sala de proyecciones, sala de exposiciones temporales, núcleos de aseos y bar-restaurante) ocupan la fachada de acceso al edificio y se resuelven con dos grandes volúmenes de cristal blanco, uno en el hall y otro en la tienda y oficinas, inspirados en un glaciar de montaña. Estos volúmenes de hielo están abrazados por otros dos cuerpos de arcilla, representando las zonas áridas, que los comprimen provocando su fusión, manifestada en el estanque de la cubierta del edificio. Es un diálogo entre lo árido y lo helado, los periodos de glaciación y los de desertificación, que caracterizan las eras geológicas y el proceso de formación de la Tierra. Los glaciares son acumulaciones de hielo permanente en las cumbres de las montañas, ríos de hielo cuya fusión de su zona frontal provoca el origen de grandes lagos y de muchos ríos. Hoy día se encuentran en proceso de desaparición debido a los efectos del cambio climático. En el gran hall de acceso al edificio todo hace referencia a los glaciares de montaña, desde los materiales empleados hasta los pequeños detalles constructivos. El vidrio blanco craquelado que forma el muro cortina de las fachadas crea el efecto del hielo deshaciéndose, los lucernarios de cubierta significan la cumbre del glaciar, la caja de ascensores conforma en enorme bloque de hielo interior, el suelo se construye con baldosas de vidrio blanco reciclado, las luminarias lineales en el techo forman grietas de luz, el mobiliario y la cartelería se realizan en colores blancos, azulados o en acero inoxidable. A modo de introducción, en uno de sus muros de vidrio hay un gran panel explicativo de la evolución de los continentes con los nombres de los ríos que se incluyen en la exposición. El conjunto es un espacio esculpido en el interior de un gran prisma de hielo, un poema de luz y materia dedicado a la fuente principal del agua dulce en nuestro planeta. Junto a estos espacios de hielo, se encuentran las zonas áridas provocando su fusión. Dos volúmenes revestidos por el exterior de paneles de arcilla roja contienen espacios complementarios diseñados en colores rojizos y ocres. La sala de proyecciones en amarillo y madera oscura, el bar-cafetería en rojos y naranjas como el sol, el restaurante en cremas y ocres de las estepas cerealistas, los núcleos de aseos en colores vivos de los campos de flores. Un diálogo arquitectónico constante entre el hielo y el calor. El lago helado. Paseo superior En la última planta se sitúan el bar-cafetería y el restaurante. Como complemento a estos espacios se ha diseñado una terraza panorámica con vistas sobre el recinto Expo el río Ebro, y la ciudad de Zaragoza, que ocupa la cubierta de la zona correspondiente a la exposición permanente. La terraza está compuesta por un gran estanque de agua dulce que simuladamente proviene de los efectos del deshielo del glaciar formando un lago helado. Unas marquesinas parasoles de vidrio blanco anuncian la ruptura de la masa de hielo. En el estanque aún se conservan pequeños témpanos aislados formados por cuerpos piramidales de vidrio blanco. Unas plataformas de madera sobre el agua permiten acercarse a recorrer las cascadas que caen por las fachadas al estanque inferior, y el acceso a unas pérgolas de madera a modo de miradores. El conjunto forma un paseo sobre una lámina de agua horizontal en movimiento, por el que se puede disfrutar de una buena puesta de sol en un ambiente chill-out relajado y tranquilo. Paisaje de rocas y agua. Paseo inferior La parte trasera del edifico, la que mira hacia el río Ebro, contiene la exposición permanente y se ha diseñado como un gran volumen de roca que ha sido erosionado por la acción del viento y del agua formando un juego de entrantes y salientes que dan forma a cada continente, a cada contenedor de una región biogeográfica con su correspondiente río representativo. Las fachadas se han realizado con paneles prefabricados de hormigón arquitectónico formado con áridos de terrazas fluviales de zonas cercanas, poniendo especial atención en ocultar las juntas entre paneles mediante la formación de bandas estriadas. Las sombras sobre las estrías provocan una sensación de continuidad de la roca creando un efecto sorprendente sobre la totalidad de los muros. Para diferenciar cada volumen se han realizado unas grandes inscripciones caligráficas en las rocas construidas con acero inoxidable azul, que simbolizan la importancia de la intervención del hombre en los ríos de cada región. Para Africa se ha reproducido el jeroglífico del Dios del Nilo procedente del obelisco del templo de Philae en Assuán, Egipto. Para la región amazónica, un número escrito con lenguaje maya de la pirámide de Tikal en Guatemala. Asia está representada por el libro chino de la naturaleza Tao Te King. Australia por pinturas rupestres aborígenes y Europa por las primeras letras del Bronce de Botorrita en escritura celtibérica. Por la parte sur y suroeste de las rocas caen cascadas de 15 metros de altura provenientes del lago superior de la cubierta. Es un efecto realista que posibilita el disfrute de la espectacular sensación de estar junto a un conjunto de cascadas naturales, un paisaje de rocas y agua. El estruendo del agua al caer, el hechizo del agua en movimiento, el frescor del ambiente, provocan una sensación indescriptible en el espectador. La naturaleza salvaje en todo su esplendor. El agua cae a un estanque inferior compuesto por dos niveles escalonados. En el primer nivel, tres surtidores en forma de géiser recuerdan la vinculación del agua con las zonas subterráneas y profundas. El segundo nivel, el suelo del fondo del estanque forma una playa fluvial realizada con el mismo árido de los paneles de las fachadas. Otro efecto de la erosión, la fuerza más vital de la naturaleza. Este nivel contiene un paseo de madera sobre el agua que permite el acceso a las cascadas y a unos atriles informativos que explican las inscripciones en las rocas e informan de las principales cascadas y cursos de agua del mundo. Por la noche, un juego de luz y color en el agua y las rocas dan un aspecto mágico y sugerente al conjunto. En definitiva, el acuario Fluvial Expo es un edificio de altísima tecnología que permite la existencia en óptimas condiciones de vida a mas de 5.000 animales de 300 especies distintas a los largo de 70 tanques expositores y mas de 5 millones de litros de agua en movimiento entre exposición, estanques y cascadas. Por el interior se recrea un mundo realista lleno de paisajes de ecosistemas diferentes. Por el exterior se emplea la abstracción y las sensaciones de las fuerzas de la naturaleza para explicar también, los paisajes del agua.

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