EXPANDIR LOS LÍMITES...
Un adosado anodino integrado en una secuencia anodina está dispuesto a rebelarse contra su destino.
Rebanamos la construcción original de dos plantas. Dejamos la planta superior tal cual. Abajo lo borramos todo. Intervenimos sólo en la planta de vida. No tenemos para más. Los antiguos cerramientos se sustituyen por vidrios que pretenden pasar desapercibidos y el límite visual de la casa se traslada al perímetro de la parcela. Limpiamos y ordenamos la planta, reubicamos los espacios, sacamos el coche afuera y los habitantes se adueñan de todos los espacios. Sin límites, sin obstáculos.