La vivienda se encuentra ubicada en pleno casco urbano de la ciudad de Algemesí (Valencia), un entorno que alberga arquitectura de los años 30 del siglo pasado con construcciones más recientes, una amalgama que suele reproducirse en muchas de nuestras ciudades.

La parcela donde se ubica la vivienda se caracteriza por su estrechez, tiene poco más de 5 metros de ancho y alrededor de 28 metros de largo, además de quedar ubicada frente a un vial relativamente estrecho, hitos que han estado sin lugar a duda desde el inicio proyectual. El diseño que se ha proyectado desde nuestro estudio busca la inmediatez de la luz. Las dimensiones de la parcela, su ubicación y orientación, generan dificultades para que la arquitectura y la luz unan sus esfuerzos para una configuración formal inmediata. Por ello se decide vaciar el núcleo central de la vivienda para que la luz natural pudiese arrojar todo su potencial hacia el interior. Dicho núcleo se convierte en el mecanismo de articulación de la vivienda, en su parte superior alberga dos grandes lucernarios que sirven de entrada para la luz cenital, bañando el espacio con una luz natural y cálida. Este núcleo quedará comunicado desde la última planta hasta la planta baja, lo que permitirá gracias al patio trasero de la vivienda, ubicado en esta última, generar una corriente de aire natural que favorecerá la ventilación continua y natural de todo el espacio, debido al control motorizado de los lucernarios.

La vivienda por lo tanto queda compuesta de tres plantas, ubicando la zona de día en la planta baja y las zonas más privadas en planta primera y segunda. La zona de día se proyecta diáfana teniendo las tres zonas muy bien diferenciadas, a pesar de la estrechez de la vivienda, gracias a la luminosidad que se consigue, la permeabilidad y los materiales naturales, hacen que el espacio gane amplitud y frescura.

La fachada se conforma mediante una pequeña rasgadura en planta primera, para dotar a dicho dormitorio de mayor privacidad debido a la proximidad de la vía pública, en cambio se genera una gran abertura en la segunda planta donde quedará ubicada una sala multifuncional retranqueada de la calle. La fachada interior, la más privada, se diseña mediante una gran abertura en planta baja, para favorecer al máximo la relación del interior y el exterior, ganando tanto en luminosidad como en ventilación. Las plantas superiores, las cuales albergan dos dormitorios más, se disponen de modo idéntico en cada una de ellas.

El juego de materiales y texturas que se ha empleado en este proyecto, busca el protagonismo de lo natural, la esencia de las tonalidades mediterráneas, el juego de las tonalidades arenosas y blancas. Para el pavimento de la vivienda se utiliza mármol beige que junto con el blanco de las paredes y del techo hacen de los espacios un lugar muy cálido, el mobiliario que se utiliza y el revestimiento de algunas de las paredes con madera de roble natural sin teñir hacen que se complete esta sensación en las distintas plantas de la vivienda. El mismo mármol beige utilizado en el pavimento, se utiliza para revestir determinadas paredes de los baños, creando así una unidad en los materiales utilizados en la vivienda.

La fachada principal mantiene la sencillez de materiales, permaneciendo en planta baja un color arenoso para cambiar al blanco puro en las plantas superiores.

En el patio trasero de la vivienda se utiliza el mismo mármol de forma que se prolonga la vivienda hacia el exterior, creando así una conexión total entre interior – exterior, gracias a la continuidad del pavimento y de la permeabilidad visual que permite el gran ventanal.