El centro cívico era una antigua sala de teatro de tamaño medio dentro del local de la Asociación de vecinos del Barrio del Congrés-Indians que con el paso del tiempo había quedado obsoleto. Se trata de una construcción racional y austera, a la vez que sencilla en sus materiales.
El nuevo espacio polivalente se resuelve con una arquitectura de lenguaje neutro que cede protagonismo a la actividad social y cultural interior y al espacio público exterior, que también ha sido remodelado. La rehabilitación de este espacio cultural representa una oportunidad notable para actuar desde puntos de vista tales como la economía de medios, la eficiencia energética, la flexibilidad y la durabilidad. Estas acciones toman sentido desde el momento que van dirigidas a dotar al equipamiento de la máxima funcionalidad y confort posible.
El teatro está planteado como un volumen unitario y sencillo, situado entre edificaciones, dejando una cara vista a la plaza. Desde el punto de vista de la imagen de la pieza, ésta se plantea como un gran lienzo de elementos verticales de doble orden que organizan y regularizan las aberturas; lateralmente los testeros se entienden como elementos de envolvente uniformes.
El programa del edificio se organiza en cuatro plantas: tres sobre rasante que se corresponden al programa principal y más público, y una bajo rasante, bajo el escenario, destinada a vestuarios y almacén.
Las plantas superiores se destinan a la actividad de aulas, espacios de reunión y de actividades cívicas. En la zona interna la sala polivalente con gradas retráctiles, es apta para cualquier tipo de actividad.
El bajo cubierta se aprovecha para ubicar las instalaciones. El acceso se realiza desde la plaza de la Calle Felipe II.