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[En construcción]. La Toscana es una bellísima región de Italia con un rico pasado que arranca en la Antigüedad clásica. Su carácter está marcado por este pasado y por una tradición rural que ha construido un hermoso paisaje donde la Naturaleza ha sido moldeada por la mano del hombre desde hace siglos. La intervención en un entorno de tal valor ambiental y cultural está fuertemente condicionada por una normativa de protección del patrimonio que, mal interpretada, puede encorsetar cualquier propuesta innovadora y producir un pastiche de arquitectura de “cartón-piedra”. El proyecto para la Casa en La Toscana pretende ser muy respetuoso con la tradición y con el entorno idílico en el que se emplaza, pero también responder a una visión actual y personal de la arquitectura. Su objetivo es adaptar una edificación tradicional destinada a las labores del campo para convertirla en una vivienda contemporánea con los más altos estándares de confort. Para ello, se reutilizan los materiales originales y técnicas constructivas tradicionales, esto es, piedra irregular y sin labrar, gruesos muros de carga, arcos de piedra, huecos verticales enmarcados por aparejos de ladrillo y protegidos por celosías, suelos de pavimento cerámico, vigas de madera y cubiertas inclinas de teja. Cuando se utilizan materiales nuevos, se recurre también a la tradición artesana local, elaborando así una cerámica manual que utiliza técnicas tradicionales para conseguir un diseño actual. Con todos estos elementos se levantan tres volúmenes que responden a la misma tipología de los edificios rurales tradicionales, pero también ofrecen una arquitectura límpida, elemental y absolutamente contemporánea donde materiales tanto antiguos como modernos colaboran para aportar calidez y confort al interior. Los tonos predominantes en todos los materiales utilizados tanto en el interior como el exterior se inspiran en los colores del paisaje que rodea la vivienda, contribuyendo también a su integración. De esta manera, se revisa la arquitectura tradicional en términos contemporáneos para lograr una villa integrada en su entorno a la vez que coherente con la arquitectura contemporánea. En la intervención paisajística para el exterior de la vivienda se han aplicado los mismos principios que en la edificación. La piscina se integra en el entorno rural al remitir a las albercas de riego de las explotaciones agrícolas de la zona. Se ha intentado respetar al máximo la vegetación existente, que incluye árboles de gran porte, y se ha utilizado la piedra del lugar para construir muretes y plataformas que vinculan el jardín y la vivienda con el paisaje del entorno.