Desde la primera visita al predio donde se ubica la casa del Árbol tres premisas fueron evidentes para realizar el proyecto “La permanencia de un centenario árbol de Zapote, la necesidad de mayor apertura en el espacio y causar el menor impacto al contexto natural y edificado”.

La estructura existente que habría resuelto las necesidades previas, no cubriría, sin antes realizar cambios drásticos, las necesidades de los nuevos habitantes.

El diseño nos llevó a crear una vivienda que más que vivir con el entorno, VIVE EN EL ENTORNO, esta, no solo respeta el contexto natural y construido sino que los hace parte esencial de su carácter.

Se optimizo el espacio reutilizando toda la estructura existente, reordenando las áreas y creando aperturas capaces de incorporar ventilación e Iluminación natural favorables para cada espacio de la casa, a pesar, de la orientación desfavorable de la misma.

La construcción nueva se añadió en el extremo oriente justo entre el árbol de Zapote y la existente, definiendo así, dos áreas exteriores, un patio central íntimo y acogedor que permite que las áreas públicas se abran hacia el norte y el oriente y un patio posterior amplio y rodeado de vegetación del contexto inmediato, donde el árbol es el protagonista junto con la piscina circular, que juega con las formas curvas del edificio que hacen posible la permanencia del árbol.

Ambas áreas verdes permiten que cualquier espacio de la casa tenga contacto con el exterior, creando la sensación de vivir afuera pero con todas las ventajas y comodidades del interior.

Una nueva planta alta alberga la recamara principal, la cual literalmente parece flotar en las ramas del zapote.

La casa del árbol en su totalidad, gracias a muros corredizos de cristal, puede interpretarse como una terraza donde los límites entre interior y exterior se vuelven difusos o prácticamente inexistentes, cualidad que es válida tanto para áreas sociales como privadas.

Otro elemento importante fue el incorporar el diseño de mobiliario integral en diversas áreas, ya sea en closets, cocina, baños, permitiendo que los espacios se optimizaran al máximo.

Todos los muros exteriores y de piscina se acabaron con Cemento blanco pulido preparado con el agua de “chukum” técnica tradicional usada en la zona que crea una superficie impermeable y que permite mayor durabilidad sin necesidad de pintar las superficies mientras que al interior se respetaron los materiales tradicionales que en algunos casos se reinterpretaron con una estética más contemporánea tal es el caso de los pisos de mosaico de cemento que en la primera crujía se reutilizaron los existentes y el resto de la planta baja se cambiaron por el mismo tipo de piso pero de un color sólido.

En planta alta para reforzar la idea de casa del árbol se utilizaron pisos de madera (bambú al interior y Dzalam al exterior).

El resultado es una remodelación que optimizo toda la estructura existente, respetó su entorno haciéndolo parte del diseño mismo y cambió la imagen de una vivienda abatida por una totalmente contemporánea y respetuosa de su pasado.