Cuando el estudio de arquitectura Hernández arquitectos recibió el encargo de reformar este ático situado en pleno centro de Valencia, se encontró un piso que respondía al resultado de muchos años de almacenamiento sin seguir un claro criterio.
Los clientes querían renovar las zonas comunes de su vivienda, sacándole el máximo partido para ser disfrutada por una familia numerosa a la que le gusta pasar mucho tiempo junta. Con esta premisa y el potencial del que se disponía con un ático tríplex comenzaron los bocetos.
Parte importante del gran cambio se lo dieron las aperturas de suelo a techo de grandes ventanales, los traseros inundan de luz cocina y comedor mientras que las puertas correderas que salen a la terraza, al abrirse quedan totalmente embebidas en el muro, creando una interesante comunicación tanto visual como espacial entre la terraza y el salón.
La terraza está acristalada mediante un sistema que permite prescindir de perfilería y poder abrir en su totalidad cuando se desee, mientras que en los meses de más frio la caja de cristal permanecerá cerrada creándose un salón comedor muy agradable con vistas y donde poder disfrutar del sol de Valencia.
Un fijo de cristal transparente separa de manera espacial el comedor de la cocina y viceversa, y mediante unos screens mecanizados se consigue la privatización también visual de ser necesario en algún momento.
Mediante unas lamas de la misma madera y acabado que el suelo se crea una interesante y rítmica celosía en la entrada de la vivienda, acotando el espacio para formar un sencillo y luminoso vestíbulo que tamiza la visión del comedor.
El gran sofá da cabida a todos los miembros de la familia, creando un espacio de relación junto a la nueva chimenea que se diseña junto a la escalera, y que dota de calidez y verticalidad al nuevo espacio.
La escalera de acceso a la buhardilla también aporta un toque escultórico al salón, se mantiene la antigua escalera de hierro pero se forran los peldaños con la misma madera que el resto de la casa, roble lacado en gris claro, y se sustituyen los antiguos pasamanos por unos diseñados con la misma madera, y en cuya parte inferior se dispone una tira de led que dará una Iluminacion ambiente difusa.
La buhardilla se ha dejado como zona de juegos y biblioteca, diseñándose una amplia mesa de estudio que vuelca sobre la doble altura del salón y que disfruta de la luminosidad y amplitud que le aporta.